¡Hola! Soy Sofía Mateo, consultora de estrategia y marca personal, y estás escuchando «Empresaria Nómada», el podcast en el que hablamos de emprendimiento, desarrollo personal, viajes, marketing y mucho más, todo desde la óptica de una mente inquieta.

En este episodio vamos a adentrarnos en el fascinante mundo de las ventas. Existe una línea muy delgada entre vender un producto que realmente ayuda al consumidor y vender una promesa vacía, lo que comúnmente llamamos «vender humo».

Voy a compartir contigo mi punto de vista sobre las ventas y por qué creo que vender es algo que todos debemos hacer, tanto en el ámbito empresarial como en nuestra vida cotidiana. Así que, si eres una mente inquieta, este espacio es para ti. ¡Comenzamos!

El otro día estuve tomando un café con unas amigas y surgió el tema de las ventas, un tema que, últimamente y no tan últimamente, está muy presente en mi entorno. Veo que sigue creciendo la idea de que vender es algo malo, de que las cosas realmente buenas no necesitan venderse. Pero yo no estoy de acuerdo en absoluto. Creo firmemente que cuando algo es bueno, debe ser promocionado.

Entonces, ¿por qué a algunas personas no les gusta la idea de vender? Creo que esto surge de las creencias individuales sobre qué es la venta y qué implica. Para mí, vender no es más que poner a disposición de otra persona un producto o un servicio que necesita y que puede serle útil. Es como cuando recomendamos un restaurante a un amigo o le sugerimos un libro que nos encantó.

Vendemos y nos vendemos todos los días, incluso cuando interactuamos socialmente. La clave está en ofrecer algo que beneficie genuinamente a la otra persona. Sin embargo, muchas veces asociamos la venta con promesas exageradas y engañosas, lo que crea una percepción negativa del proceso de venta.

Es importante diferenciar entre vender éticamente y vender con técnicas manipuladoras. Vender éticamente implica ofrecer un producto o servicio de calidad, comunicando sus beneficios de manera honesta y transparente. Por otro lado, vender con técnicas manipuladoras, como el uso del miedo o la escasez falsa, es poco ético y no beneficia a ninguna de las partes involucradas.

Como consumidores, también tenemos la responsabilidad de cuestionar y no dejarnos llevar por promesas vacías. Debemos asegurarnos de que lo que estamos comprando cumple con nuestras necesidades y que la empresa o persona que lo ofrece actúa de manera ética.

En resumen, las ventas en sí no son malas. Todos vendemos y nos vendemos a diario. La clave está en hacerlo de manera ética, coherente y siempre pensando en el beneficio mutuo. Así que la próxima vez que te encuentres en una situación de venta, recuerda que estás ofreciendo algo que puede ser de gran valor para la otra persona.

¡Me encantaría que escucharas el episodio completo para entender mejor este concepto y descubrir más sobre las ventas éticas! Déjame una valoración para ayudarme a llegar a más personas y recuerda que puedes encontrarme en Instagram como @soySofíaMateo o a través de mi web, pequeñasdosis.com. Nos vemos en el próximo episodio de «Empresaria Nómada»!